sábado, 19 de noviembre de 2016

Lo peor fue el dolor de saber que esto aún no termina, los días llenos de agonía, de hastío. Las noches de incertidumbre y las mañanas llenas de ausencia. Pero, más allá de todo esto, algo dentro de mí sigue gritando auxilio después de cada maldita despedida.


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