lunes, 22 de diciembre de 2014

Orgasmo equivocado

Me quedaré gritando tu nombre a otro cuerpo, regalando tus besos a otra piel, rasgando la espalda equivocada, porque siempre te irás, pero volverás en otros versos y la misma risa, esa que me empaña el alma cuando te veo. Volverás con esa consciencia inconsciente que me hace verte cuando no te tengo cerca. Y volverás, en otras vidas, y nunca serás tú. Pero cuando por fin lo seas, será tan grande mi alma que procuraré no hablar muy alto, y procuraré reír muy fuerte para que nunca pienses que es a ti a quien grito en cada orgasmo fingido sin ti.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Mañana, ¿quién sabe?

Hay momentos en la vida en que uno simplemente se deja querer. Porque sí, porque quiere, porque ya es hora, porque le apetece. 
Quizá no le hayas conocido en la cabina de un avión destino Nueva York, o vuestro primer beso no tenía la estampa de la cuna de las civilizaciones de fondo, pero al final no se trata de nada de eso, ¿verdad? Al final, los días se definen por el momento de llegar a casa o de salir a dar un paseo, por amanecer juntos o reír, reír profundamente. Al final, mañana quién sabe si quizá seas diabético y no puedas comer dulce o si quizá no sea tu momento para amar. Entonces, coge tu momento y ama, "ama y ensancha el alma". Porque la vida es una, y mañana nadie sabe. Las historias de película están muy bien para el inicio, pero siempre tienen un final. Y si algo tiene final, nunca será un buen final. Así que abre esa botella de vino que guardabas para una ocasión especial, descorcha el mejor champán y vive, vive intensamente. Porque mañana... ¿Quién sabe? 

sábado, 20 de diciembre de 2014

Calendario de adviento

Las ventanas abiertas
del calendario de adviento,
los corazones vacíos
de chocolate 
delatan que es Navidad 
y llega Enero. Ahora
qué aún no 
había empezado bien el año
si quiera.
Pero la esperanza,
cualidad que hasta el más 
desalmado de los funcionarios
conserva,
nos dice que el próximo año 
será mejor. 
Que no queda ya nada de esto
que nos hizo 
amar durante doscientos días,
que nos han quemado las ganas
pero no el corazón 
que siempre hay tiempo 
para empezar de nuevo.
Las ventanas vacías
del calendario de adviento
dicen que hay que tirar 
las botellas gastadas,
poner los regalos en cajas 
y abrir los ojos a un nuevo 
comienzo. 
Abrir paso a nuevos corazones
que no vengan con las alas ya rotas 
y que nos hagan amar 
de nuevo 
los domingos,
que hagan sonar las cuerdas
de la guitarra y del corazón.
Que hagan temblar 
y no sea de frío 
ni de miedo, 
que solo sea de amor.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Poema para después de follar



(...)
Estamos hechos del olvido
de alguna fecha importante,
del eco de un portazo,
(...)

De sobres de ibuprofeno en la encimera
y paroxetina en los cajones,
de perchas que sostienen un verano
que nunca volverá.


De aquellos amigos, que no fueron tan amigos,
cuando de verdad la amistad fue necesaria.
De tu óvulo impaciente esperando
otro polvo sin condón.
De pijamas de vaquitas
y dormir con calcetines,
de un yo también cuando a un te quiero
de respuesta no le basta una mirada.


Pero también amor, estamos hechos,
de este café con vistas a tu boca,
del siempre es primavera allí en tus ojos,
del yo te salvaré de la tormenta
a precio de un abrazo interminable.
Del déjame escribir luego te quiero,
del te quiero querer luego te escribo,
del no se qué escribir si no me quieres.

De tu respiración en mis pulmones,
de esta alergia infernal a tus ausencias,
de tu perfume fiel en la almohada.

Estamos hechos,
de tu ataque frontal a mis costillas,
de mi beso a traición y por la espalda,
de tu mordisco cruel, de la caricia
que recorre mi piel como una ola.

De un fóllame cabrón,
de un hasta el fondo,
de un beso de sudor
y cien suspiros.
Del yo te haré feliz,
del para siempre,
del tu eres mi canción
y yo tu baile.
De lo horrible del mar
si no es contigo,
de a falta de jardín,
riégame a besos.

Estamos hechos
y lo que nos falta por hacer
ya nos lo haremos.


-Ernesto Pérez Vallejo-

domingo, 14 de diciembre de 2014

Dos grandes amores



Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella.

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.


Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más… Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.

Os libraréis de él o de ella, dejaréis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.

-P. Coelho

sábado, 13 de diciembre de 2014



Se me hace un poco más grande el corazón cada vez que oigo tu voz.


Justo cuando cree que el día ya ha acabado, siempre queda tiempo para un último baile más.
Le dije: -He leído más de lo que he vivido, por eso no encajo bien en el mundo.-
Me subió a su alfombra y comenzamos a volar.




Hay días en que no me quedan tripas para hacer de ellas corazón.

martes, 9 de diciembre de 2014

Palabras para C.



Yo sé que a veces piensas que la vida no es más que un decorado
donde no sirven champán ni días festivos.
Sé que a tu lado sólo ves relojes inservibles,
horas que se rompen como botellas en los parques.

Pero debo decirte que la vida es más que un nudo sin dedos,
que la vida es una mujer que se abre de piernas cuando te tratas bien,
que no puedes esperar a que sea el resto quien venga con regalos
aunque a veces tampoco pasaría nada si así fuera, ¿verdad?

Sería buena idea buscar una escoba de palabras
para barrerte por la noche el corazón,
cuando aúllan los lobos de la melancolía
y un nombre de 7 letras te estruja desde el pasado la garganta.

Pero tal vez no haga falta y sólo sea preciso
que dejes de esperar aquello que decides no encontrar.
Que no hay peor regalo que prohibirse la alegría
y sumarse al coro de los niños de veintitantos
que huyen de aquello que desean.

Sería bueno escapar de la autodestrucción por decreto
y volverte permeable alguna tarde
por si llueven cosas buenas por tu barrio.

Que yo sé que la vida te tiene reservados
cien veranos a la vuelta de la esquina,
canciones de ruptura que ya no hablarán de ti,
noches que durarán un año
porque pasarás esos 12 meses
abrazada al cuerpo que esperas.

La vida te tiene preparado un domingo
con forma de corazón y nombre de persona
y en la calle echarán una película
donde no ganarán los buenos pero al fin tú serás feliz.

Sé que se va a desplomar un cielo azul sobre tu casa
y serás capaz de ver lo que no ves:
que aquí afuera hay personas
que quieren dejar de ver a la niña
que se araña cuando no la miran
y eso sucederá muy pronto.

Que yo sé que sólo te hace falta conocerte
y perdonarte no haberte conocido mejor
cuando te culpabas por todo.
Que yo sé que ya eres esa persona
pero aún no quieres verlo y lo entiendo.
Que yo sé que tú eres el jinete y el caballo de carreras
y también el resto de jinetes y caballos de la carrera
y que ya estás en la meta.

Que yo sé que el camino hacia uno mismo
es el único que después del esfuerzo que supone
deja las suelas menos gastadas
y que en ese camino tú vas a dar
con brazos que te ofrecerán su paisaje,
con bares que no harán ya más preguntas,
con una soledad que no sea vista como una guillotina,
una soledad que romperás cuando tú quieras,
porque tú quieras, porque así te lo pida el alma,
para entregarte de lleno al amor más importante de tu vida,
el abrazo que se da uno mismo.

No tengo ninguna duda.
Sé que así sucederá.
Y que para que pase todo esto
solo hace falta una cosa:

que tú también lo sepas.


-Marwan-

Lo normal


jueves, 4 de diciembre de 2014

Tu amor en tiempos de olvido constante

Vivimos en el olvido
constante
por miedo a los bailes.
A quedarnos demasiado,
y que en tu ropa
se impregne el olor de mi miedo.
Huimos,
lloramos.
Amamos,
igual que amaban nuestros abuelos,
                       eternamente
tan solo unos meses
por miedo a perdernos.

Por miedo a perdernos la vida
y las cosas buenas
nos perdemos todo lo bueno de la vida.
El amor, sin sus espinas
el amor, con tus locuras.
Nos perdemos una tarde en el valle,
y volvemos a casa antes de que en el reloj
suenen las doce, por miedo a las calabazas
nos perdemos,
nos lo perdemos
                      todo.

Sin embargo tú, dispuesto a quedarte.
Me miras y te ríes de mi prisa
y de mi miedo a quedarme demasiado.
Sin embargo tú, dispuesto a quererme
Me miras y te ríes de mi huída constante
de mis bailes que terminan a las doce
de mis "hoy no puedo quedarme".
Porque siempre vuelvo al calor de tu cama.
Sin embargo, tú
sin miedo a lastimarte, me dices
que te quedas
esta vez por mí,
y mañana, te quedarás por ti.

Y yo,
que sigo rota
me acurruco a tu espalda
                      y comienzo a quererte,
                            a sentirlo y es
entonces cuando me abrazas más fuerte
y me siento capaz de amarte
(tan difícil en estos tiempos
de olvido constante).


miércoles, 3 de diciembre de 2014

Llegas y te atreves a amarme

En estos tiempos
en que se me enfría el café
(y el alma)
a la espera de una buena conversación.
En que la amistad no es
tanto como  decían
y se me parte en dos el corazón.
En estos años donde ya no escribo
cartas a los Reyes Magos
ni les pido que se acabe
la pobreza en el mundo.
En estos tiempos
en que descubro leones
que parecían corderos
y que vienen
a atacar mi parte más humana.
En estos tiempos
en que encienden las luces y todo se llena de ternura,
donde se cantan canciones
y en la televisión (a veces) no gritan.
En estos tiempos,

apareces tú

y me tiendes la mano,
y me llevas por las calles
de Madrid,
y hay un árbol
con sabor a piruleta y forma de corazón,
y el chocolate nos quema las manos, mientras nos besamos
en zonas prohibidas.
En estos tiempos
en que todo parece extraño,

llegas
y te atreves a amarme.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

Siempre fuimos dos amantes sin ningún futuro
y con todo el pasado por delante.

Abril.

Le dije que mi nombre era Abril.

Él siempre decía que
el día en que me vio reír
nació 

La primavera. 

(Me pareció divertido)



Espero

Espero que un día te enamores
Y que cuando te enamores, duela.
Porque eso significa que sientes
Y si sientes, significa que estás vivo.
Y si vives, juro que estaré a tu lado

Para verlo.

Espero que cuando despiertes
A la vida, llores de alegría
Y que cuando llores se te empape el alma
Porque eso significa que aún estás a tiempo
Y si estás a tiempo, juro

Que te espero.
Aunque esperar


signifique




toda una vida.



martes, 25 de noviembre de 2014

Ojalá Google tuviera todas las respuestas que tú no puedes darme. 

jueves, 20 de noviembre de 2014

Con el corazón a medias, no sé amar.

He conocido a Marco.

Marco, además de ser guapo es mi media naranja. Quién mejor para amarme que alguien que se declara experto en preparar café. El Sur de italia le acogió durante años como segundo hogar, por lo que su delicadeza al preparar la mezcla y decorar la taza es exquisita. Y no hay nada que me excite más. Marco dice que es chef de un restaurante italiano, no sé en qué calle de una ciudad que no está muy lejos, lo cierto es que mientras me hablaba yo sólo miraba su boca y sus dientes perfectos. Se ha declarado experto en preparar desayunos de domingo, de esos que llegan a la cama sin que tan si quieras hayas abierto los ojos. ¿He dicho ya que Marco quiere amarme?
Pero cuando Marco ha hecho un acto de la cabarellosidad de la que muchos alardean y ha pagado los cafés tan mediocres que nos han acompañado, no he podido evitar la tentación de asomarme a la ventana virtual que lleva tu nombre y mirarte. Y preguntarte si vendrás a verme. Y tu respuesta ha sido un quizá. Y los labios de Marco se han quedado llenos de dudas. Sé que hoy su inseguridad ha ondeado la bandera de la victoria. De verdad que yo quiero amarle, pero aún no me has devuelto la mitad del corazón que te presté.


lunes, 17 de noviembre de 2014

Frenar enero.

La historia era salir de los brazos de un hombre que me había hecho trizas la ilusión para mecerme en los de otro que se aclama sabio en curas del corazón. Lo único que les diferenciaba era que mi padre confiaba ciegamente en Juan, esa era la insólita razón por la que decidí saltar al vacío por él, tampoco tenía nada que perder. Pedro ya se había llevado todo. No podían hacerme más daño, estaba claro. Pero tenía miedo, tanto tanto miedo a perder de nuevo, a confiar, a entregarme sin más. O lo que era peor.. A estar rota. ¿Y si ya no tenía más amor para dar? ¿Y si se me había agotado la ilusión y la generosidad? Ya todo daba igual, eran los brazos de Pedro o el abismo. Decidi resguardarme del frío invierno.



domingo, 16 de noviembre de 2014

Celos



Tengo celos de mí misma,
de mi yo
de hace unos años
que podía tocarte
con mis manos
como solo yo

sé que todavía puedo.

Tengo celos de aquel viernes
donde te follé sin a penas mirarte
como si tú no merecieras tenerme
como si no fueras digno
de amarme.

Ahora tengo celos
de quien pueda acariciarte
de esa que ya no soy yo
de ese que ya no eres tú.
Tengo celos de cuando
podía rozarte
y mirarte
de cuando podía enternecerte
con mi dulzura y amarte.

Tengo celos de esa piel
a la que ahora besas
mientras piensas que soy yo
a quien desgastas con
esa torpeza loca.

Mientras

piensas que eres tú a quien aún reclamo.

Y ahora que lo escribo

quizá tu pensamiento
no sea tan irracional.

lunes, 10 de noviembre de 2014

De tacones y miradas y tu pecho como almohada.

Siempre odiaste mis tacones (demasiado incómodos para una auténtica amazona, decías) y odiabas también las largas tardes de espera para "pintarme una cara nueva", y me reprochabas continuamente que no fuera tan auténtica como la de las mañanas de domingo. Nunca entendiste el por qué. Pero si tan sólo una vez hubieras visto tu rostro todas y cada una de las veces que bajé esas interminables escaleras que me llevaban a tu boca, si hubieras visto tus ojos tan sólo un segundo , si hubieras sentido lo que yo sentí. Entonces, comprenderías por qué hoy, aunque ya no estás, lo sigo haciendo. Y es que, tan sólo busco tu mirada en algún rostro inocente que me observe bajar cualquier escalera. Aunque no sea interminable, aunque no lleve a tu boca. Que no lleve a ningún sitio, pero que tenga tus ojos y tu cara, que me mire como si fuera una supernova, una explosión en el cielo, un auténtico Big Bang, aunque luego rechistes, aunque luego me ames, aunque luego no existas.

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿qué es el amor? preguntó. Y le enseñé tus ojos.

 Después de años sin vernos, al abrazarme, lo primero ella que dijo fue:
- Aún no sé qué es eso del amor, por favor explícamelo tú.
Entonces le llevé a su taller, allí estaba él. Después de tantos años y nada había cambiado , ni si quiera su mirada, le saludé con alegría y a ella le dije:
-¿Ves esa mirada? pues esa mirada es amor.
Seguía contemplándome como el primer día. Como aquella tarde que nos bañamos desnudos en la playa, a pesar de estar rodeados de gente que miraba. Como aquél día que me secaba detrás de la puerta del coche ante la atónita mirada del jardinero y su adictiva media sonrisa, esa que hoy lucía también y esos, sus ojos ... que se clavaban en mi cuerpo como si no fuera real, como si no hubiera visto nunca nada igual.
La misma mirada, la de aquellos ojos que lloraron al saber que me marchaba, pero que nunca me retuvieron, que nunca me juzgaron, que nunca me odiaron por no haberle amado lo suficiente, aquellos ojos que me escuchaban siempre atentos como si mis palabras fueran un big bang en su mente, una estrella temporaria cada vez que me veía de nuevo.




miércoles, 5 de noviembre de 2014

Me cuesta tanto olvidarte

Te ha costado tan poco olvidarme
Que se me ha partido en trozos 
Este maldito corazón.
Buscaré un pecado
Que lleve tu nombre y me ayude a alcanzarte.
Aunque sea sin cuerdas 
Aunque sea con otros 
Aunque sea de noche. 


jueves, 30 de octubre de 2014

Que los amaneceres los pinte Van Gogh

Me gustaría decirte que desde que ya no estás me ha dado por ver las noticias o tomar zumo de naranja por las mañanas. Me gustaría decirte que me ha dado por ir al gimnasio todos los días o que he dejado de echar humo negro por la boca. Que los amaneceres los pinta Van Gogh y están llenos de girasoles o que los atardeceres son casi tan románticos como la última vez que te amé. Pero no, no es así. Amanezco cada día porque alguien ha dicho que así ha de ser, beso en los labios a alguien que ocupa mi cama como quien ocupa una casa que no es suya, a la fuerza. Camino buscándote en alguna mirada que me aporte una esperanza, algo de fe, pero los urinarios de las discotecas se han vuelto propicios para no usar protección y así perderse en unos ojos que atisben un poco de ese amor que tú nunca tuviste. No cambio los libros por las noticias y mi perro ya no llora, pero yo no he vuelto a reír.  La esperanza de volver a hacerlo se quedó en aquel parque con tus manos en mi impaciencia y mi conciencia en tu fe. Cierto es que nunca te espero, pero cierto es también que tú ni si quiera llegas.

lunes, 27 de octubre de 2014

Dear Love



Dear love, 

This is 
the one and only.
This
will be our song 
one day.
Forever.

domingo, 26 de octubre de 2014

He guardado
la poesía en un cajón
y junto a ella
el corazón.



qué le queda

"¿qué le queda a alguien que no ama como si mañana nunca fuera a existir, como si mañana nunca fuera a doler?"

El problema comienza cuando entregas todo tu corazón, cuando pones toda tu vida en ello. Cuando ya no hay vuelta atrás. Justo ahí, es cuando empieza el maldito problema.
Pero si no haces eso, ¿qué te queda? 
¿Qué le queda a alguien que no pone toda su pasión cada mañana en su trabajo?¿qué le queda a alguien que no vive cada día?, ¿qué le queda a alguien que no ama como si mañana nunca fuera a existir, como si mañana nunca fuera a doler? ¿Qué le queda?

Dímelo. Quizá tú lo sepas.

domingo, 5 de octubre de 2014

Y tus besos magia

Los claveles intactos 
en la mesilla de noche.
Nunca entendí que algo tan bello
Pudiera robarme el oxígeno.
Estarán ahí, mirando,
Recordándome cuándo estuviste.
Pero no me roban el oxígeno.
Ellos no.
Son demasiado bellos.

Como el amor, 
es demasiado bello 
para robarte la vida.
Sin embargo, yo
le tengo miedo.
Tengo miedo
A que me robe el aire.
Él sí. 
El amor es despiadado.
Tus claveles no.
Ellos me recuerdan que un día
No fue triste.
Que un día respiraban 
Dos almas
Un mismo aire 
En mi balcón.

Ellos me recuerdan
Que el amor es bello,
El aire limpio,
Y tus besos magia.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Que no te vendan amor con espinas.


"Que no te vendan amor sin espinas".

Dice Sabina en una de mis canciones favoritas. 

Hoy que te he vivido, 
sólo pido una cosa a la vida: 

que no me vendan amor con espinas, 
que amar no duela, 
que el querer sea paz, 
que tenerte sea tan fácil como tenerme, 
que el hecho de que existas 
sólo pueda significar que yo existo. 

Que no me vendan amor con espinas, porque ya no lo quiero.


lunes, 29 de septiembre de 2014

Un latido menos, la carta que te debía, Hache.

Querido Hache,

Desde que supe que habías sido real,
no he vuelto a escribir.
Supongo que sabía que te debía una carta
y no tenía el valor suficiente
para enviarla.

Nunca tuviste corazón,
ni si quiera creo que tuvieras alma.
Sin embargo, cuando te eché de mi vida
fue tan doloroso como cuando te arrancan una parte de ti.

Eras parte de mí, Hache,
aunque ni si quiera existas.

Si hubieras seguido conmigo, querido Hache,
hubiéramos reído cada mañana
y llorado cada noche.
Hubiéramos contado historias,
hubiéramos bailado como idiotas.
Hubiéramos pateado las hojas en otoño
y reído con un helado en las manos del frío en el invierno.
Hubiéramos tomado chocolate caliente en verano
y sonreído en primavera.

Te hubiera amado, Hache. Bien sé,
que si hubieras seguido aquí, yo te hubiera amado.
Como se aman las cosas que no tienen nombre.
Como se aman los silencios.
Como se aman los amaneceres.
Yo a ti,
te hubiera amado.

Pero te fuiste, gracias a Dios, que te fuiste.
Ni si quiera exististe.
No era el momento, supongo que lo entiendes.
No era el lugar.
No era la persona. Y yo, yo no te lo podía explicar.

Al marchar, te llevaste contigo una parte de mí.
No sé muy bien cuál,
pero siento que me falta un latido del corazón, ¿lo tienes tú?
A mí nunca volvió.

Ese llanto desgarrador el día de tu pérdida,
ese mismo día que te conocí,
ese dolor, allí donde nunca te vi.
Ese tú, que no eras tú, ni era yo.

Ese afán por ser mejor,
esos días después
en los que tuve que fingir que nunca habías existido,
que yo nunca te había conocido.

Todos estos meses que te he llorado.

Querido Hache...
No quiero que me devuelvas eso que te has llevado,
pero desde aquel día, debes saber,
que tengo un latido menos en el empuje de mi Ser.

El amor mata.

Decidimos que había tres niveles en esto del amor: cariño, querer y enamorarse. El primer nivel, es algo así como absurdo, lo que tienes cuando acabas de conocer a alguien, que <ni fu, ni fa>. El segundo nivel, es esencial para la existencia de dos, siendo uno mismo. Eso del querer, es sano. Querer, queremos a nuestra familia, a nuestros hermanos, queremos a nuestros amigos, y dura para toda la vida. El querer es felicidad, comprensión, complicidad y sobre todo tranquilidad, mucha tranquilidad. Y llegamos al tercer nivel.... Enamorarse. !Ay¡ ¡Maldito amor!. El nivel en que la mayoría de los humanos muere, se hace daño, se mata. Y claro, aquí nadie queremos morir, por tanto, esa noche decidimos descartar el amor para quedarnos en el querer. Mi abuela hubiera aplaudido esa decisión y me hubiera dicho que así sería feliz para el resto de mi vida, ella que se casó por amor. Sin embargo, ese yo que soy yo misma que hay en mí, cerró los ojos, se durmió y comenzó a llorar desconsoladamente, no había forma de pararla. Cuando desperté a la mañana siguiente, había estado soñando en un altar y en un querer sin más y el aire me faltaba, no podía respirar. Abrí los ojos y comencé a llorar. Ya no era mi yo ese que soy yo misma y que hay en mí. Ya era yo, llorando sin parar. ¿Qué me pasa? Pensé. Había perdido la batalla, había perdido la luz que hay en mí. Había decidido matarme sin amar. Para siempre. Y cuando uno se mata, sea de amor o de gilipollez por tomar decisiones estúpidas, siente que no puede vivir. Entonces, fue Louis Amstrong quién me dió la palabra y puso banda sonora al final de un querer. Un querer sano. Un querer que no sé si volveré a tener. Un querer de esos del para siempre, de los que te abrazas y pasan un millón de horas y días y aún crees que sigue siendo viernes. Un querer de esos que es el perro quien llora en las despedidas. Un querer de los que no hacer nada es lo mejor que puedes hacer, de esos en que los paseos son extraordinarios, la lluvia esencial y el invierno nunca es frío. De esos: de los que el verano es libre, del que el teléfono se empapa cuando no te ves. Un querer de los que ya no quedan, de quererte por encima de quererme. Un querer en el que el único dolor que existe es una gota de placer de ese venenoso que a veces nos invade. Un querer de ese que cuando estamos juntos  no hay mañana, no hay futuro, y si lo hay, ya no importa. Un querer, que siempre será querer pero jamás podrá ser amor. Porque el amor mata y nosotros... No queremos morir.



miércoles, 3 de septiembre de 2014

La música tiene licencia

A veces la música tiene licencia,
licencia para dolerte por dentro,
para acariciarte el alma.
A veces te baja las sábanas
sin pedirte permiso,
sin saber hasta dónde ni hasta cuándo.
A veces la música te escuece dentro,
y otras se convierte en magia;
porque hay quien sabe ser magia,
aunque nunca llegue a saberlo.

-Vanesa Martín-



miércoles, 27 de agosto de 2014

Septiembre



Empieza a oler a Septiembre
Y yo
Sigo buscando un sitio 
Donde los amores de verano
Duren todo el año,
Como en Florencia,
Donde siempre vendían 
Un helado a cuatro centavos
Y te sentabas en la orilla
A contarme cómo muere el día.
Y yo,
Aún sigo esperando un sitio
Donde tu invierno soporte 
El frío de mis manos.

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Cómo amar sin poseer?







- Es muy difícil.

- ¿Qué?

- El amor. ¿Cómo amar sin poseer? ¿Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire? Amar es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida, ¿cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio?

- Si no hubiera pasado el tiempo, sentiría que me estás haciendo un reproche. Pero en realidad creo que estás asustado y si estás asustado es porque algo fuerte te está pasando. Casi siempre el error que cometemos, es pensar sólo lo que nos pasa a nosotros, nos parece tan importante eso que sentimos, que nada de lo del otro puede ser tan importante como eso que sentimos, y esa contradicción suele ser trágica.

- Si no hubiera pasado el tiempo, pensaría que estás siendo autocrítica.

- Es el error más común que cometemos todos, es querer que el otro sea como queremos que sea y no como es. Y cuando nos damos cuenta del error, a veces es demasiado tarde.



-El lado oscuro del corazón. ¿Cómo amar sin poseer?-

miércoles, 25 de junio de 2014

Juventud divino tesoro





Me encantan las noches de verano

que parecen puros inviernos
porque te acurrucas en mi espalda
como si hoy nunca fuera a acabar.
Como si mañana nunca tuvieras que marchar.
Como si mis vértebras siempre te pudieran sujetar.
Me encantan las noches de verano

porque te veo correr tras mi falda
y bailamos un tango en el salón 

al ritmo de nuestros cuerpos.
Me encantan las noches de verano

porque me atrapas en tu pecho
y no me sueltas y consigo escaparme
y corremos y reímos sin parar.
Me encantan las noches de verano

que salimos a cenar y yo
te agarro muy despacio y te susurro al oído
que entre mi piel y el vestido
no hay más que el aire y veo
como se te encienden los ojos
y acabamos en los baños de cualquier bar
que nos acoge sólo por otra copa más.
Me encantan las noches de verano


y el tequila
helado en tu boca,
la sal en tu ombligo
y el limón en la mirada.

Me encantan las noches de verano

en que eres libre
porque sabes que existe un final.

lunes, 23 de junio de 2014

La vida eterna y fugaz


Tus dedos en el fin

de la curvatura de mi espalda.
Donde comienza tu manía,
mi esquizofrenia,
nuestro castigo.

A la altura de tus fantasías
y el enigma
de tu conciencia.

Secreto que rompes
cada vez que me rozas 
con tu excentricidad
y un aullido quiebra
el cielo.

Gloria,  edén.
Paraíso secular 
que transformas en acción
y convierte la realidad 
en un apacible lugar 
donde permanecer

la vida eterna y fugaz 
que me alberga 


entre tus piernas.



Lo difícil no era olvidarte




Lo difícil no era olvidarte.

Lo peor era desatar las cuerdas
de la cama.
Lo peor,
deshacer cada maldito nudo
del corazón.
Lo peor,
borrar de mi memoria
tu pecho como almohada.
Lo peor,
no sentir tus manos
arrancándome la espalda.
Lo peor,
no tener miradas
que hurtasen momentos
en la calle de al lado
donde terminan los sueños.
Ni vecinos sordos
Ni promesas eternas.


miércoles, 18 de junio de 2014

Jamás se regresa



No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe...

No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma.

No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.

No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias. Una a la que no le guste para nada ver televisión.

Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente.

No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, jamás se regresa.


-Martha Rivera Garrido-



lunes, 16 de junio de 2014

De huracanes y tormenta




El huracán Cleo, me decía siempre Darío.
¿Por qué Cleo? Preguntaba yo entre risas.
Pues de Cleopatra, la estratega por excelencia, me repetía una y otra vez cuando yo preguntaba. Estaba enamorada de los hoyuelos que se le marcaban a ambos lados al mirarme. Me hubiera quedado a vivir en ellos con sólo querer tocarme, pero no era posible. Yo siempre he vivido en una huída constante. Entonces, me preguntó:

-¿Qué siente el huracán, siente algo Cleo? Dime la verdad.
- ¿Que si siente algo? ¿Qué quieres decir?. Dije yo.
- El huracán va de un lado a otro sin un objetivo fijo pero arrasando todo a su paso, dejando sólo desolación cuando desaparece, dejando grandes huellas, dejando vidas a medias. Y yo me pregunto si acaso al huracán le importa, o está tan ocupado en llegar a ninguna parte que no se para ni un momento a pensar en los pobres habitantes del pequeño pueblo del Norte de Alaska donde habita el pequeño Timmy.

Me quedé perdida en sus palabras, congelada, inerte.

- ¿Sabes Dari? Le dije. El huracán está hecho de tormentas, va sin rumbo, arrollando todo lo que encuentra, pero de cada sitio por el que pasa se lleva algo, siempre se quedan cosas en su interior, que permanecerán eternamente dando vueltas en su borrasca. Sin embargo para los nefelibatas de los pueblos por donde pasa es un huracán más, aquello que pasó una vez, que nos destrozó o nos llenó de vida, pero ya está:  no hay más. Una vez pasado, los habitantes vuelven a su rutina, a su normalidad, como si nada hubiera pasado, reconstruyen los desperfectos y de vez en cuando nombran aquello que pasó un día, pero es un vago recuerdo en unas mentes automatizadas. El huracán sin embargo, se quedará eternamente dando vueltas con su seno lleno de recuerdos que jamás olvidará, con la agonía de nunca llegar a ser tormenta y atracar en un sitio para siempre. La agonía de no poder olvidarte Dari. Pero yo siempre estaré ahí para ti, ¿lo sabes, verdad?

- Me cuesta creerlo Cleo, pero te llevaste una gran parte de mí, debes saberlo.
- Lo sé.

Le besé en los labios con la inocencia de un hermano y el sabor de un amante y me fui, me fui para siempre de nuevo, pero él ya lo sabía, él siempre lo supo desde el primer momento en que le conocí.


domingo, 15 de junio de 2014

Domingos en tu almohada

Yo sólo ansiaba ser ninfómana los domingos
 en tu almohada.
Y tú los sábados siempre pediste 

paseos bajo la luna
en plena madrugada.


Estudiantes en celo


Por aquellos entonces, Shira y yo no éramos más que dos estudiantes en celo.
Ella era la razón y yo el corazón.
Juntas destruíamos amantes.
Era nuestro hobbie:

                      Elige el corazón y fusila la razón.

Era fácil.
El indomable latido del corazón marcaba un ritmo acelerado al que la razón le imponía paciencia, consciencia.
Ese linde que no existe entre mis piernas y tu compasión.
Shira era estudiante de arte,
yo asistía a la facultad de literatura
pero las facturas me impedían cursar ningún tipo de estudios,
así que comenzamos a vender nuestro cuerpo a la ciencia.
A cambio de veinte pesos cubanos posábamos durante horas delante de una sala llena de gente hastiada y muda que observaba hasta el último detalle de nuestra imperfección y lo inmortalizaba para siempre. Nunca quise ninguno de los dibujos de aquellos estudiantes, me resultaba insultante descubrirme ante los ojos de alguien que no me amaba. ¿Cómo podía alguien que nunca me había tocado atreverse a pintar mi piel? ¿Cómo podía alguien que nunca me había deseado atreverse a mostrar al mundo mi mirada a través de sus manos?
Fue entonces cuando conocí a Eduardo.

Eduardo era un chico italiano que no podía dejar de sonreír cada vez que mi figura tocaba su cuaderno en las infames manos de su pluma de principiante. Reía y reía sin cesar. Entonces, en medio de la clase de Dibujo del Natural I como lo llamaban ellos, o clase de coñitos al aíre como aclarábamos nosotras, me levanté y me fui.
Fue entonces cuando conocí a Eduardo.
Eduardo me siguió durante el pasillo estrecho que separaba la clase del lúgubre gimnasio que decoraba la escena final como una fotografía de Boudouir. Cuando yo ya no podía avanzar más, entré en los descuidados baños del infernal pabellón. En ese momento sentí que no estaba sola, comencé a temblar. Alguien me colocó contra la pared y sentí su aliento en mi espalda que aún seguía desnuda. Un olor. Eduardo. Eduardo siempre olía igual. Una colonia italiana. Nunca supe el nombre del perfume, como nunca sabré el de Eduardo. Puro veneno. Me ató unas cuerdas a las manos y me dijo con un susurro casi inaudible: Esto es un nudo mariposa, ¿quieres que siga? Nunca podré pintarte si no te puedo desear. Nunca podré desearte si no me puedes odiar.- . Fóllame, dije.

Y así fue como conocí a Eduardo y obtuve el retrato que tengo colgado en la sala de estar. Nunca llegó a pintar mi cuerpo, pero me quería desnuda, siempre desnuda y mientras pintaba me acariciaba el pelo para provocarme el orgasmo que trazó para siempre
en mi memoria.








viernes, 13 de junio de 2014

ángeles



Lo malo es echarte de menos .. los labios que nunca mordemos,
lo bueno es saber que en tu ropa interior hay bolsas de caramelos.

Lo triste es que vivo en un túnel si no me sujeto a tu ropa,
lo alegre es tu lengua al buscarme que en vez de saliva me trae amapolas.

Lo raro es que al irse tu pelo ya no cicatriza la almohada,
normal es que cuando me miras la vida me da seis vueltas de campana.

Lo feo es la piel protestando pidiéndote todas las noches,
lo bello es tu pecho de niña y el vaho abrazado al cristal de tu coche.

Lo fácil sería desquererse, pero ¿quién rebobina este cuento?,
difícil mirarte a la cara mientras doy pedales contra tu recuerdo.

Tú eres un beso sin rumbo y yo un corazón sin respuesta,
los dos nos quedamos sin pulso al rompernos la boca con tanta obediencia.

Y es que somos ..
dos ángeles con sexo, el tiempo que ahora pierdo
haciendo estas canciones es el tiempo que te debo.
Dos ángeles con sexo, dos miedos paralelos ..
mi boca esta clavada en el madero de tu cuello.

Lo malo es que siempre te he dado mucho más de lo que tenía,
lo bueno es que dándote todo supe que te di lo que te merecías.

Lo triste es que no hay provisiones si estoy lejos de tus caderas,
lo alegre es tocarte el culo en un bar sin que el resto se haya dado cuenta.

Lo raro es que a estas alturas ya quiero follarte hasta el alma,
normal es querer conocer el millón de secretos que hay en tu espalda.

Lo feo es no ser insolentes como fueron Adán y Eva,
lo bello es que anoche aprendí que el kilómetro cero está entre tus piernas.

Lo fácil un charco de babas cada vez que viene tu risa,
difícil será olvidar el nombre de los bares donde tú respiras.



-Marwan-

qué agonía


jueves, 12 de junio de 2014

miércoles, 11 de junio de 2014

No queda tiempo



Me gustaría subir a tu azotea
pero estoy desnuda
y tú estás solo.

Y ya no queda tiempo

para amarnos.

Un verano

Lleva mi perro un verano
en la ventana
tomando el Sol.

Un verano entero
y Junio
no ha hecho más que empezar.

Lleva un verano entero
y yo
no me lo puedo explicar.


Dice que te espera.

Se lo prometiste.
Y él,
tiene que esperar.


¿Por qué le creíste
perro tonto?
Pregunto yo.


-Me miró a los ojos,
donde la verdad
se esconde.
Yo, le tengo que esperar-.
Repite y repite sin cesar.


Me voy cada mañana y él te espera
              y espera
                                               y espera
                                                                                     y espera
                                                                                                                     y espera.




Mi perro siempre
encarnó
lo que mi cabeza
a mi corazón
nunca dejó contar.

martes, 10 de junio de 2014

Un invierno sin Sol



Yo amé, con perdón.


Amé por encima de todas las cosas, que es,
permítanme que les diga,
de la única forma en que se puede amar.


Yo viví
en un cálido regazo del amor,
protegido bajo su techo,
comiendo de su misma mano,
aprendiendo el fuego hasta verlo arder,
hasta quemarnos.
Compartí su sudor
y ascendí en su alegría de peldaño en peldaño.
Es decir: de dos en dos.


¿Sabéis qué?
Yo tampoco creía en la magia hasta que la vi.
A ella.
Irradiándola, desprendiéndola,
descontrolando el tiempo
y cargándose con un gesto cualquier rutina impuesta,
criando una primavera en cada estación.


Solo querría decirles eso.
Decirles: yo tuve un reino y lo llamé hogar.
Y fue tan inmenso como el más pequeño de los detalles.
Una puta barbaridad.
Así debía de ser mi cuento.


Sin embargo, escribo desde el dolor aquel
en que solíamos gritar que todo acaba mal
porque si no, no acabaría.


Así fue
que todo se llenó de distancia
y de sangre,
todo se ensució de grietas y pudriéndo-
se pasó como una enfermedad
por delante nuestro,
un olvido por encima de nosotros
paseándose
jodiéndonos,
diciéndonos adiós,
a dios reclamadle.


Estas son mis ruinas y esta es mi voz.
Un paseo con vistas a los escombros.
Si veis al amor por ahí, solo decidle que lo siento.
Que el frío se ha hecho ciudad
y yo, solo, he aprendido a quemarme.
Que la poesía pague los destrozos
y su recuerdo sea mi única migaja de calor.
Esta es la historia de un derrumbamiento.
El infierno hecho paisaje.
Mi baile nupcial sobre el lodo.
Un invierno sin sol.



-ESCANDAR ALGEET-


lunes, 9 de junio de 2014

Señorita Rock and Roll

Bailar con esa chica es peligroso,
exige ser un gran funambulista,
sus piernas dan a un túnel prodigioso
y es fácil derrapar en su autopista.

Intento ser su héroe o el mafioso
que besa en la pantalla a una corista,
fingir ante su ruido silencioso,
callar cuando la muerte pase lista.

No acepta ni un te quiero ni un consejo, 
su boca sólo pide dinamita,
su cuerpo tu esperanza y tu pellejo.

Lo malo es que mi miedo a ella le excita,
es puro rock'n'roll y ante el espejo
prefiere que le llamen señorita.



-Luis Ramiro-





viernes, 6 de junio de 2014

mi estrella Polar.





Esté donde esté
siempre serás mi estrella Polar,
la que me ayuda a encontrar el Norte.

Poesía infiel

Préstame tus manos
que las mías se han cansado. 
Préstame tus días 
que los míos son robados.
Préstame tu vida 
que la mía se ha gastado.
Préstame tu risa
que la mía ya no es mía.
Préstame tus horas 
que las mías se han parado.
Préstame tu locura
que la mía ha confesado.
Préstame un suspiro
que los míos han llorado.
Préstame un verso
que los míos te han amado.
Préstame una poesía
que ésta me ha delatado.



martes, 3 de junio de 2014



Las ojeras de oso
y los pelos de rata
de los días de desamor,
no hay quien los arregle.

Sin embargo, la sonrisa.
La sonrisa la pinto yo
cuando tú quieras.



lunes, 2 de junio de 2014

Morir no suena tan mal.



Me encanta la facilidad con la que nos prometemos eternidades
que no compartiremos pero sí veremos juntos,
mano a mano,
codo con codo
y puede que (si me dejases) ombligo contra ombligo.

Creo que moriré de viejo
solo porque siempre quise morir joven y el karma me debe unas cuantas.
Moriré viejo y solo
pero ya le voy viendo sus puntos fuertes,
tu bailarás salsa con las demás abuelitas,
yo babearé un poco más que el primer día que te vi bailar
pero ahora con algunas arrugas de más y algún sentimiento de menos
y seguramente me pondré celoso del viejo verde de mi derecha que me dirá:
'Que buena está la de salsa, ¿Eh?'
Y con una mezcla de pena,
alegría y asintiendo
pensaré como decirle que te conozco mejor que nadie,
que a mi no me venga con esas,
que el no te ha visto despertar en su cama
y el no ha podido desear que duermas para siempre
solo para poder observarte una eternidad más.
'No me jodas viejo,
llevo aquí más años que tú y nunca sabrás lo que yo sé.
Nunca podrás tenerla en tus brazos,
acurrucada y con una mano en tu tatuaje,
sonriendo por cualquier cosa,
pero dejándome pensar que es por ti.
Y que con eso baste para que te sobre el mundo.'

Seremos viejecitos en el mismo parque
y yo seguiré con la broma de '¿Ya?' cuando digas 'Me voy'
'Si aun ni he empezado.'
Y puede que le tapes los oídos a tu pequeño para que no oiga mis burradas
y de paso restarle importancia a ese rosado de tus mejillas arrugadas
'Nunca cambiarás.'
Y sonreiré con una de esas sonrisas tristes de cientos de años queriendo lo mismo:
'¿Como voy a cambiar? Sigues existiendo.'

-Pablo Benavente-

Vértigo



Llevas los ojos pintados de rayos de noche,
suave carita angelical desconsolada,
y un paracaídas raído en los labios.

La noche sigue rayándote la pintura de los ojos,
y tu sombra es más larga que el silencio.
Tus palabras son funambulistas ebrios,
y me cuentas que ya no sabes si debes contar o descontar los días,
o contar de dos en dos, o quitarle los domingos al calendario,
o arrancar el segundero de todos los relojes.

Yo te digo que los días son de barro,
y se moldean con las manos,
y te invito a rayar la pintura de la noche,
con las llaves de tus ojos.

Pero mis palabras...
son trapecistas sordos en el circo fantasma de las utopías
de este maestro de ceremonias desahuciado y cretino,
que solo buscaba un poco de cariño.

Y el barro de los días se va solidificando 
por haber querido moldearlo con palabras,
y ya no queda vida, 
y nos alejamos del abismo de los bares 
mientras un rayo de luz,
le pinta los ojos a la noche.

Y nos alejamos el uno del otro aunque caminemos en la misma dirección,
como dos malabaristas mancos que quisieron impresionar al tiempo, y éste se les vino encima.

Y nos alejamos el uno del otro, para no tener razones para dejar de ser suicidas,
por el vértigo que supone alejarse del abismo.



-Suso Sudón-