jueves, 26 de julio de 2012

Miedo...
No me gusta pensar que te tengo miedo.

Supongo que estarás pensando en por qué he dejado de llamar, pensarás por qué me he tomado unas vacaciones de ti, por qué he desaparecido. Es muy fácil. De la misma forma que el drogadicto intenta evitar el simple humo de un cigarrillo en su fase de recuperación, intento evitar tu olor, tu sabor, tu nombre... Tienes todo, lo suficiente, lo necesario, para que una personalidad adictiva como la mía se enganche a ti como un imán. Lo suficiente, lo necesario, para que quiera pegarme a ti, los 40 días que quedan de verano, los 80 años que aún me quedan de vida... Y no, no estoy dispuesta, así que decido volar, volar tan alto como pueda, volar tan alto como quiera antes de que tus alas de desamor puedan alcanzarme y rodearme, antes de que logres atraparme, antes de que caiga rendida ante un dios terrenal.

miércoles, 25 de julio de 2012

Supongo que me seguiré poniendo nerviosa cada vez que te siga viendo, cada vez que nuestras miradas se crucen, cada vez que tus palabras corten mi aliento como fugaces cuchillos podrían cortar el aire tan denso que nos separa.

martes, 24 de julio de 2012

Si el corazón funciona por libre, estamos perdidos

Aún sólo de pensar en él me late fuertemente el corazón. Si tan sólo se hubiera acercado a aquel humilde café... Estaba yendo demasiado lejos, pero me gustaría tener algo de él una vez más, antes de irme. Ni si quiera sé por qué. En el fondo de mi alma un duendecillo reza porque no me diga nada hasta la semana que viene y asi mi alma y mi cuerpo se desnuden en una playa de Castellón sin mucho miramiento, pero al corazón, o a esta cosa rara que tengo yo a la izquierda de mi pecho y que bombea fuertemente un liquido extraño a las arterias del corazón, a ese... Nadie le manda. Funciona por libre.

Eliminar contacto.


Una vez más y antes de que todo vaya a más. Antes de que nada pueda llamarse algo, antes de verme demasiado involucrada en una historia, antes de temblar un poco más de lo normal... Una vez más, lo he hecho. Pulsando un simple botón le he borrado, de mi agenda, de mi cabeza y de mi corazón. Así de simple, así de fácil. Una historia más, sin crueles despedidas, sin amargos llantos. Antes de salir herida, bajo del rin. Observo a mi adversario y si le veo más fuerte que yo, le lanzo un puño al aire y una mirada con un dulce volveré, y salgo, salgo de escena sin más, ¿ para qué ?. ¿Por qué hacer otra cosa? No hay motivo ni razón. Igual que llegó por casualidad, se fue sin más. No quiero una historia importante, y tú chico sin nombre... podrías ser casi un sueño, así que borremos aquellos sueños que puedan hacerse realidad y tengan la capacidad de borrar otros sueños por el camino.

domingo, 22 de julio de 2012

Once Upon a Time


Llego a casa. Por fin una noche en la que consigo llegar totalmente consciente de cada movimiento que hago. Sin cansancio y sin alcohol. Lo más importante. Disfruto de las calles tan vacías de Trujillo a estas horas de la mañana. No hay un alma. Siento como el leve ruido del motor del Wolkswagen se mete por mi interior, desde el pie derecho que pisa el acelerador hasta mi costado, para provocar una extraña pero placentera sensación en las terminaciones nerviosas del cerebro, que me lleva a sonreír, a vivir. Me quedo un rato en el coche, como me gusta hacer siempre que llego. Subo un poco la música y miro el móvil a la vez que mis sentidos se elevan a su compás. Suena una canción que empieza diciendo Once Upon A Time, con una voz realmente dulce. Me gusta. Logro entender algo que habla de príncipes y princesas. Por un momento echo de menos algo. Un abrazo, una mirada sincera. Una mano, que sostenga la mía. Por un momento y después de muchísimo tiempo, deseo dormir abrazada a alguien. Y sí, por supuesto, pienso en él, el chico sin nombre. Y pienso por una vez, no girarme y dormir en otra punta de la cama como llevo haciendo tantos meses. Pienso en detener aquél gesto que me ofrece una falsa sensación de libertad, y me doy cuenta de que no puedo. No puedo, porque estoy sola. Sí, es cierto, podría no haberlo estado hoy. El chico de Nueva Jersey, era guapo, inteligente y seguramente estaba dispuesto a dormir abrazo esta noche, pero había algo en mí que no lo quería, que buscaba más allá. No quería que hubiese una despedida mañana. Creo que por un momento, sin entender muy bien por qué, he vuelto a creer en príncipes y princesas. Quizá llevo ya algo más de una semana creyendo en algo, pero la realidad es que no me lo quiero creer, así que lo dejaré a un lado, no vaya a ir a más y vuelva a equivocarme... Pero me encantaría oír de su boca un : Linda, quédate esta noche. 

miércoles, 18 de julio de 2012

más, más, dame más!!!


Ansias de locura.

Ansias de libertad.


Que este bar, está cansado ya de despedidas



Se le nota en la voz por dentro es de colores
Y le sobra el valor que le falta a mis noches
Y se juega la vida

Siempre en causas perdidas.

Ojalá que me la encuentre ya entre tantas flores
Ojalá que se llame amapola, que me coja la mano
Y me diga que sola no comprende la vida, no...
Y que me pida, dame más, más, más, dame más
Y que me pida…


Es capaz de nadar en el mar más profundo
Igual que un superhéroe de salvar el mundo
Donde rompen las olas, salva una caracola
Ojalá que me despierte y no busque razones
Ojalá que empezara de cero

Y poderle decir que pasado la vida, sin saber que la espero
Sin que me pida mas mas mas, dame más
Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida
Sin salida...
Que este bar, está cansado ya de despedidas
Como un extraterrestre se posa en el suelo
Y me ofrece regalos que trae de otro cielo
Le regalo una piedra, recuerdo de la tierra
Me pregunto por qué el hombre inventó la guerra
Y en silencio pregunto entre cosas más serias
Yo me pongo palote, solo con que me toque
Donde vamos tan deprisa
Me pregunta su sonrisa
Si tu quieres, tengo el plan : Contaminar…
Salga que salga el sol
Por donde salga el sol
Que no me dá
Y llegar…Hasta tu corazón
Salga que salga el sol
Por donde salga el sol
Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida
Que este bar, está cansado ya de despedidas
Si esta tarde, no he venido, es que habido un impedimento
Me llevaron detenido
Para hacer un declaramiento
He robado, he mentido
Y he matado también el tiempo
Y he buscado lo prohibido
Por tener buenos alimentos
Y es que la realidad…
Que necesito
Se ha ido detrás
De ese culito
Que delante de mi se paró por fin
Un día con una noche oscura
Y esperando por ver si saliera la luna
Déjate querer, Dímelo otra vez
Un día con una noche oscura
Y esperando por ver si saliera la luna
Ay la Luna...
Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida
Que este bar, está cansado ya de despedidas
Quédate, muy cercá de mi
Y a si ló… dulce madrugada
Mírame, vuelve a sonreir
Que si no, yo, no comprendo nada
Si te vas…
Me quedo en esta calle sin salida
Que este bar, está cansado ya de despedidas...




(Extremoduro. Si te vas...)

Hasta las trancas.


Y es que sola no comprendo la vida no... Más, dame más.


Me cuesta años luz, sentir que traspaso un muro, temblores a tutiplén, el hecho de teclear estas palabras que provienen de un sentimiento mucho más sincero de lo que me gustaría experimentar. No quiero. No quiero y llevo tremendas horas pensando en él. Sin más. Horas y días, mordiéndome las uñas por primera vez y después de un millón de años... Porque lo siento... Lo siento tan dentro que en el fondo no quiero que se vaya. Y no es lo correcto, lo sé, no es el ideal... No es el chico perfecto, al menos, no para el resto. No es Dan, aquél chico que apareció por casualidad, que era guapo, inteligente, hablador pero lo justo, sólo pagaba si tú así lo querías y tenía todo, ese chico perfecto que dejé ir a cambio del chico que me saca una sonrisa, e incluso una lágrima sólo al oír una canción que me cantaba al oído diciendo que todo se le ha ido detrás de ese culito... cantando a voz en grito y mirándome de una forma casi obscena y perturbando mi ahora ya estable corazón de hielo...  Hielo, un corazón de hielo se rompe Joaquín, ¿no lo entiendes? y si se rompe, te puedes cortar... Y yo no quiero que se rompa, y tampoco te quiero ver sangrar. Y sin embargo, no dejo de pensar, pensar en él, y cuando me descubro pensando, suelto un frustrado ¡joder! y tiro todo lo que tenga entremanos y me tumbo en la cama desesperada, pensando en qué narices estoy haciendo, y quiero escapar, y es como un maldito imán. Un imán al que me gustaría estar pegada ahora y para el resto de mi vida... Y estoy cansada ya de repetirlo, porque no me gusta sentirlo, no me gusta, esto no estaba en mi plan, no me puedes perturbar, no me puedo dejar... y sin embargo, cual perro ciego iría detrás de un oloroso manjar, te sigo... a ciegas, a punto de estrellarme, y sé que cogerás mi corazón para usarlo como trapo para limpiarte tus armas de depredador después de un buen polvo con cualquier chica que se cruce en tu camino y que no sea tan rubia, tan despistada, que no sea tan exigente, que no sea tan yo. Mierda, joder, y al releerlo, me doy cuenta de que estoy hasta las trancas... Y bien dentro.

Una historia más


Después de años y años de búsqueda de mi propio yo. De kilómetros recorridos en busca de la verdad. De tantos misterios descubiertos a través del método del error... De corazones rotos. De momentos equivocados. De personas más equivocadas aún, después de no saber quién soy y en este último año haber descubierto esa parte de mí que aún resiste y que no soporto... Después de todo eso, después de los momentos en soledad en los que he conseguido que un momento de respiración profunda me llevase al cielo, después de aprender, junto al loco de mi padre que la respiración es fundamental para la salud, que la respiración oxigena el cerebro y que si no respiras... Mueres. Entonces, entonces aparece ella. Una chica que aparentemente tiene todo aquello de lo que llevo huyendo los últimos diez años. Sin embargo, allí estaba yo, atraído por una fuerza superior a mi consciencia, pegado a su sonrisa, una cruel noche de verano, y allí estaba ella, sonriendo sin cesar a alguien que cruzaba sin mucho miramiento lo opuesto totalmente al chico de sus sueños. Después de más de una mirada de deseo, salimos sin mucho esfuerzo de aquel bar. La cogí tan fuerte como mi cruel estado de embriaguez me dejaba y comencé a besarla como si aquella fuera la última noche, como si aquello nunca pudiera acabar. Le metí la mano bruscamente por la entrepierna mientras que a la vez cogía su frágil brazo y lo llevaba fuertemente contra la pared. Entonces lo vi, tatuado en su muñeca: Respira. No lo podía creer, todo lo que había estado aprendiendo en este último año se pasó por mi mente en cuestión de segundos y supe que aquello era algo más que casual, aquél momento me sacó de mí, me transportó a otro estado. Éxtasis quizá. Comencé a penetrarla suavemente y por primera vez en muchos años, conseguí hacer el amor. Algo me dijo que era ella, que ella era la chica, que aquella frágil muñeca de cabellos rubios me había estado esperando toda su preciada vida.

jueves, 12 de julio de 2012

Viajemos!


Prometimos volver a vernos...


No puedo evitar pensar en él cuando descubro la sensación que el chico sin nombre me produce... No es tan si quiera parecida. Lo trataría como antónimo si de una palabra estuviera hablando. Me atrae, me atrae tanto que no puedo dejar de verle, por su forma de mirar, por su seguridad, por ese maltrato a mis prejuicios que hace que salga la fiera que llevo dentro y que por primera vez no quiera decir domestícame. Me atrae cada poro de su piel, tanto que me quedaría atrapada en uno de ellos para siempre. Sin embargo, la tranquilidad que me producía estar su lado, ese yo que era tan él, ese él que era tan yo...eso no lo he vuelto a encontrar ni lo encontraré, lo sé, y me pesa. Y aunque después de todo lo vivido la atracción no sea tan brutal, lucharía por alguien que me aportase esa parte que me regalabas Mr.Tú, lo tengo claro, en el fondo, te echo de menos, no lo puedo evitar.

miércoles, 11 de julio de 2012

Cómo explicarte...


Que me gusta tu pelo,
me gusta tu cara,
me gusta tu sexo,
me gusta tu espalda,
me gustan tus ojos,
me gustan tus labios,
me gusta el deseo que llevas debajo,
me gustas tú.


(La pegatina. Cómo explicarte)

Y es que...


Últimamente vivo en el infierno,
en un piso de alquiler...

martes, 3 de julio de 2012

Enfrentarme a mis leones.


Miedo. Terror. Angustia. Sólo pensarlo hace que me tiemblen las rodillas. Pasar más de un día junto a él... tengo la sensación de que me absorberá el corazón y el cerebro de una forma impensable. ¿Cómo describir este miedo? Es miedo a que un alma más increíble que la mía logre apoderarse de todo mi ser. Que me deje zombie, como ya lo fui una vez. Creo que aún no estoy preparada. No sé si lo estaré ni si alguna vez lo estuve. Pero no quiero perderme. Es como un imán. Sería imposible decirle que no, pero no logro mantenerme en pie a su lado. No logro ser yo. La chica de hielo se derrite a su paso, y acaba siendo sólo sensibilidad y terror. Sale ese yo que no soy yo y que no me gusta. Voy corriendo si necesita algo y digo cosas inadecuadas en momentos inoportunos, o esa es mi sensación. Y por eso temo... Temo por el miedo a perderme en él, porque no quiero salir de mí misma una vez más. Quizá sea un reto que deba afrontar. Quizá deba poder sacar esa pasión, ese alma increíble para que se enfrente a otro alma increíble, y entonces, entonces en ese momento será cuando de verdad ocurra nuestro propio Big Bang. Cuando ocurra el mío, dentro de mi propio ser. Quizá logre una corriente de fuerza al enfrentarme con alguien como él, alguien como papá, alguien como yo misma que escondo para no herir a los demás. Quizá sea hora de dejar la vida salvaje, para volver a la realidad. Abandonar mis leones, y enfrentarme a la vida de verdad, enfrentarme a mi verdadero yo, sin ningún miedo. Pensándolo bien, sí, estoy más que preparada. Vámonos.